Antes de empezar a maquetar, deberíamos contar con todos diseños de la web en formato gráfico. Para mi, el formato ideal es el PSD, estando este bien estructurado y separado por capas, por lo que suelo hablar anteriormente con el diseñador para que me lo prepara de dicha manera.
En otros proyectos en los que he trabajado, para ahorrar costes lo que se hace es diseñar las páginas principales y el resto se estructuran mediante wireframes. Por lo tanto, en estas páginas de las cuales no se tiene el diseño, es el maquetador el encargado de “inventarse” los estilos basandose en las principales. Para mi no es la mejor opción, ya que el maquetador no tendría porque comerse la cabeza pensando en asuntos de diseño, pero a veces no queda más remedio.
Otras veces, por falta de tiempo, no es posible disponer de todas las páginas juntas ya diseñadas, y el trabajo del maquetador se solapa con el diseñador para agilizar el proceso, pero intentaremos evitar esto siempre que sea posible. La razón es que, a la hora de planificar la estructura del código, si se dispone de todas los diseños a maquetar, podemos ahorrar etiquetas HTML y clases CSS innecesarias porque contaremos con una visión más global del proyecto.
En las próximas entradas, utilizaremos como ejemplo un proyecto ideal en el que contaríamos con el diseño de todas las páginas en formato PSD.